DEVA SENSORIAL


El cerebro se apoya en los órganos de los sentidos para reunir información sensorial. Los datos recopilados por los órganos de los sentidos ayudan al cerebro a entender la diversidad y la dinámica de su entorno. Con esta salida pudimos comprobar cómo los cinco sentidos nos permiten aprender y tomar decisiones sobre el mundo que nos rodea.
Con el olfato pudimos distinguir los olores de diferentes plantas aromáticas.
               Utilizamos el tacto para contrastar las diferentes texturas de los troncos y las hojas de los árboles.
Con la vista distinguimos tipos de hojas y frutos de árboles.  Además reconocimos toperas, hormigueros y huellas de animales.
                      Con el gusto identificamos el sabor del caramelo que nos había tocado y diferenciamos tipos de sabores.
    Gracias al oído distinguimos los sonidos de los animales.También comprobamos lo relajante que era estar allí, en plena naturaleza, lejos del ruido de la ciudad y donde reinaba el silencio únicamente adornado con el sutil canto de los pájaros.
                             

           Además reflexionamos sobre la importancia del cuidado del medio natural, no hay nada más gratificante que el contacto con los animales que viven en libertad y que de vez en cuando nos sorprenden con sus caricias, sus cantos, sus sonidos y su forma de vida.


          También tuvimos tiempo de tomarnos un respiro y disfrutar del entorno, caminando, correteando y saboreando la vida al aire libre, sin duda un día muy emocionante y memorable para nuestro cerebro.
            Ya en el autobús, rememorando todo lo experimentado en la excursión, nos dimos cuenta de la poderosa herramienta que tenemos en nuestros sentidos pues captan sensaciones que se interpretan en el cerebro.
                                
         Resumiendo, los 5 sentidos forman un buen equipo con nuestro cerebro así que debemos prestarles mucha atención.                         
     
                                       Con estas imágenes de nuestra salida a Deva, no nos queda ninguna duda de lo privilegiados que somos de tener 5 sentidos...
       

                 

CEREBRO DE GELATINA

Estudiando las características del cerebro descubrimos que su consistencia es gelatinosa. La mejor manera de que los niños y las niñas pudieran vivenciar esa textura era a través de un taller de cocina,  así que nos pusimos manos a la obra.
 Empezamos presentando el material y los ingredientes: cuchara, vaso para medir, molde, gelatina de limón en polvo y agua.


Primeramente echamos los polvos de gelatina en el molde de cerebro.


A continuación adicionamos agua caliente y revolvimos con la cuchara hasta la total disolución de los polvos de gelatina.




Vertimos el agua fría y metimos el molde con la gelatina en la nevera. El resultado fue asombroso, ¡¡parecía un cerebro real!!


El taller tuvo muchísimo mucho éxito, los niños y las niñas disfrutaron mucho participando en la receta y experimentando con su tacto la textura gelatinosa del cerebro. Esperamos que os haya gustado y os animéis a hacerla en casa.
Besos de gelatina para tod@s.